Pablo Costa es psicoterapeuta Gestalt con amplia experiencia en el
acompañamiento emocional desde una mirada holística, humanista y transpersonal. Su trabajo integra herramientas como Gestalt, PNL, biodescodificación, constelaciones familiares, terapia sistémica, hipnosis regresiva, psicosomática, masaje holístico y terapia corporal integrativa,
facilitando procesos profundos de transformación.
Conexión espiritual y búsqueda de sentido
Hipnosis Regresiva: sanar desde la memoria profunda Como herramienta complementaria, Pablo utiliza la hipnosis regresiva terapéutica, una técnica que permite acceder a memorias subconscientes —ya sean de la infancia, del inconsciente familiar o incluso de vidas pasadas— para comprender el origen de bloqueos emocionales, miedos o conflictos
repetitivos. Esta herramienta facilita insights profundos y liberaciones emocionales, generando una transformación genuina desde adentro.
Terapia Gestalt y Programación Neurolingüística (PNL)
Terapia Sistémica Familiar y Constelaciones Familiares
Biodescodificación y Psicosomática
Hipnosis Regresiva Terapéutica
Sanación del Niño Interior y Vínculos Afectivos
Masaje Holístico, Bioenergética y Terapia Corporal Integrativa
La sanación como un camino integrador
Convencido de que la verdadera transformación involucra todos los planos del ser, Pablo integra técnicas de terapia corporal, masaje holístico y bioenergética, llevando el trabajo emocional al cuerpo y liberando tensiones acumuladas que muchas veces no se expresan con palabras.
La psicosomática es también parte de su visión: comprender lo que el cuerpo
expresa cuando las emociones no se dicen.
Pablo acompaña procesos de transformación con especial foco en:
Traumas de la infancia y heridas del niño interior
Vínculos afectivos, dependencia emocional y repeticiones
inconscientes
Estilos de apego (ansioso, evitativo) y dificultades relacionales
Bloqueos emocionales, síntomas psicosomáticos y patrones limitantes
Una presencia humana, sensible y transformadora
Pablo Costa es un terapeuta cercano, profundo y auténtico. Su capacidad de escucha, su mirada sin juicio y su respeto por los tiempos de cada proceso, hacen de él un espacio seguro para abrirse, sanar y reencontrarse con la propia esencia.